Los seres humanos tenemos la tendencia a complicarnos la vida, sobre todo, en fechas especiales. Le hemos cambiado el significado a la fecha más importante del calendario: Navidad.
Una fecha de regocijo se ha tornado en preocupación. El amor se vuelve consumismo. El mensaje se trastoca. La humildad en que vino El Niño, se transforma en la soberbia humana. La amistad se hace rivalidad por sobresalir en las fiestas, por ser mejores anfitriones cada año, comparándonos con familiares o amigos. Dios toca a nuestras puertas en cada persona necesitada (de afecto, de objetos) y no lo invitamos a la Cena en Su honor.
* Dé a las fiestas la importancia que merecen, devuélvales el sentido original: sí, repítase por enésima vez que Navidad es amor y no consumismo, pero esta vez haga esta oración parte de usted.
* Use su creatividad para decirles “te quiero” : no dé regalos caros, dé momentos invaluables y trate de empezar a decir “te amo” a sus seres queridos.
* Aprenda a decir NO: no se presione, no acepte que la/lo presionen, no se deje manipular. Siempre hay una primera vez, no siga esperando… o no se queje.
* Organice sus prioridades: no se relegue: No se mate por agradar a los demás… acabará sintiéndose usado/a y miserable.
* Pida ayuda para organizar las reuniones: no acepte toda la carga solo/a.
Arregle el Nacimiento en familia, pongan los adornos y las luces en familia. Que todos colaboren con la Cena.
*Hable con sus familiares, la magia de Navidad no va a solucionar sus problemas. A veces hará falta un profesional que los oriente. No pierdan otro año…
*Haga las paces con los familiares/amigos con quienes ya no se trata. Lo más probable es que ni recuerde por qué se distanciaron. Vale la pena?
* Si la culpa fue del otro perdone, pero de corazón, no sólo para las fiestas. Y si fue su culpa, pida disculpas ó perdón, también de corazón.
* “Es mejor dar que recibir” … cierto, pero dentro de nuestras posibilidades. No acepte compromisos que lo/la incomoden.
* No deje de reunirse con toda su familia porque “no le alcanza” para dar regalos a todos. No se amargue por ello. Pónganse de acuerdo en intercambiar regalos, serán menos regalos por persona, pero más personas a la mesa compartiendo el verdadero mensaje: amor y unión familiar.
* No invite a su casa personas por compromiso. Se la pasará tratando de quedar bien y no disfrutará de sus seres queridos.
* No se complique la vida: una fiesta es para disfrutarse. Sea honesto/a consigo mismo y revise su lista de prioridades. Rehágala si hace falta.
*No se complique con la cena: las mejores cenas, las que uno recuerda con más cariño, son en las que se conversó más, se rió más y ni recordamos que se sirvió de comida.
* Haga una obra de caridad: done cosas en buen estado que sirvan a otros, visite un asilo u hospital, etc. Si puede, compre dulces o juguetes para los niños que sabe que no tendrán ó comparta su cena con quien va a pasar solo. Pero, no lo ande diciendo a los cuatro vientos porque pierde su valor. Recuperar nuestra vida espiritual es una gran ganancia.
* El tiempo es relativo, pero exacto, haga las cosas con tiempo. Escriba TODO lo que necesita recordar para que nadie se resienta.
* Llame, escriba, envíe tarjetas por Internet, hágales saber a todos que son importantes para usted. El amor, el cariño, gracias a Dios, no se gasta, se multiplica conforme se lo da.
Enséñeles esto a los pequeños de la familia. Que no haya un tío lejos que se sienta olvidado.
* Inicie una tradición familiar: si se siente obligado a cenar donde no se sienten bien usted y sus hijos, cambie la tradición y empiece una nueva. Es su derecho. No hiera los sentimientos ajenos, pero no desperdicie una fecha tan importante de unión familiar.
* No permita que las reuniones se transformen en puntos de chisme y críticas. No participe de ellos.
* Aprenda a dar las gracias, no sólo por los regalos, sino por el amor, los cuidados recibidos. Recuerda a alguien que lo ayudó, sus profesores de primaria, los de sus hijos, su médico, la vecina amable, etc. En la Cena, no se olvide de dar las gracias a Dios, es Su cena.
* Hable con su pareja: pónganse de acuerdo con tiempo en cómo y dónde van a pasar las fiestas. No imponga su familia por sobre la de su esposo/a, ambas son muy importantes. Permitan a los niños que opinen.
* Si tiene un problema con la bebida, afróntelo, comience un tratamiento para dejar de beber. Será el mejor regalo para su familia. Igualmente, si tiene un problema con la ira, el cigarrillo, las drogas, trastorno de la alimentación, juego o cualquier situación que ocasione sufrimiento.
Publicado en Revista Hogar (Diciembre 2006)
Cecilia Chávez Bowen de Larrea
Orientación Familiar y Terapia de Pareja
Email: cecilia@chavezbowen.com
Fonos: 0986930734 WhatsApp 0995377558 04 – 26586585
http://www.facebook.com/pages/Psicologa-Cecilia-Chavez-Bowen/124749240900678
En Twitter: @cchavezbowen
https://blogdececil.wordpress.com
Psic. Cecilia Chavez Bowen 